Noche Oscura en Lima – Chapter 9

Henry Grant se adelantó poco a poco hasta la puerta. Pudo hacerlo sin ningún ruido. Aunque por la única ventana que daba a la calle penetraba una luz debilisima, el cuarto estaba oscuro. Al principio no vió nada, pero sus ojos iban acostumbrándose y pronto pudo distinguir la mesa y dos sillas.

Delante de la mesa se movía una sombra oscura. Grant fijó los ojos en ella. Era un hombre.

De pronto apareció un punto de luz brillante. Cayó en la mesa de Grant y se movió lentamente sobre las plumas, los papeles, los libros, y sobre un vaso delicado que contenía tres flores blancas. El hombre cogió un libro y lo abrió rápidamente. Con mucha prisa volvió las páginas, una tras otra. Luego cogió otro libro e hizo lo mismo.

“¿Qué buscará ese individuo?” pensaba Grant, adelantándose con cuidado a espaldas del hombre.

Grant era un joven fuerte y valiente. Pensó arrojarse sobre el hombre, pero en aquel instante el desconocido se dió cuenta de su presencia. La pequeña luz desapareció en seguida y el desconocido trató de ganar la puerta. Entonces Grant se lanzó sobre el hombre, tuvo la suerte de alcanzarle, y los dos cayeron al suelo.

El hombre no se movía. Acaso se había hecho daño al dar en el suelo. Parecía estar completamente rendido.

–Vd. ha escogido una hora extraordinaria para visitarme –dijo
Grant–. ¿Quiere explicarme por qué ha entrado en mi casa de noche?

Nada. El hombre no le contestó. No se movió tampoco.

noche oscura en lima image

–Contésteme –exigió Grant–. Vd. iba a robarme algo. ¿Qué buscaba?
El desconocido callaba, y Grant se decidió a levantarse. En efecto, sin soltar el brazo del hombre se ponía ya en pie, cuando de pronto el hombre se echó a un lado y quedó libre. Era pequeuño y muy fuerte. En un instante había ganado la puerta que daba a la calle.

Grant salió corriendo tras el hombre. Éste huía calle arriba. Era inútil seguirle, puesto que ya se perdía en las sombras de la noche. Grant quedó un rato en medio de la calle. “¡Qué caso más raro!” exclamó.

Entró en su casa, cerrando la puerta con llave. Con el cuarto bien iluminado, lo examinó todo con mucho cuidado. Era imposible determinar por qué motivo había entrado el desconocido.

Grant no vivía en la miseria. En su vida había conocido la pobreza, pero no era hombre de grandes riquezas. Sus posesiones eran pocas y ordinarias. Los papeles importantes que pertenecían a sus negocios estaban bien encerrados en una caja de hierro.

Sentado delante de la mesa el joven caballero permaneció largo rato pensando. Tal vez el ladrón se había engañado. Su vecino a la derecha, don Alfredo, tenía fama de rico, y en efecto lo era. Grant había comido dos veces en casa de don Alfredo. Se acordó de una mesa cargada de plata, y unos dedos cargados de oro fino. Eran los dedos de doña Elvira y de sus dos hijas, Dolores y Consuelo.

Sí, el ladrón se habría engañado. Sin duda se creía en casa del vecino. En cambio, habían sucedido recientemente muchas cosas extrañas. ¡Demasiadas! Grant iba recordándolas una tras otra. En primer lugar, la carta de Pablo González en que le pedía el cuadro. (Grant estaba convencido de que José había acertado en cuanto a la caja envuelta en papel verde.) Luego, su conversación con la señorita Torres, quien ignoraba la vuelta del doctor González a Lima. Luego, la muerte de Manuel; y, por último, el sueño que le daba tanto miedo al pobre José. Seguía pensando en estas cosas mientras ponía en orden la mesa.

Sonrió al pensar en el sueño del viejo, pero en seguida volvió a ponerse serio. Cogió el teléfono y pidió el número de Pablo González.

–José –dijo– te habla Henry Grant. ¿Está el doctor Gonález?

Al terminar la conversación su cara tenía una expresión muy grave. El reloj de la catedral daba la hora, y Grant se puso a contar. . . una. . . dos. . . tres.

“Hace nueve horas que salió de su casa Pablo González. . . y le dijo a su criado que volvería temprano,” pensó.

De pronto Grant notó algo que antes no le había liamado la atención.


Exercises

A. Memorize.

  • a espaldas del hombre – behind the man’s back
  • a la derecha (izquierda) – to (on) the right (left)
  • dar a la calle – to face the street, open on the street
  • dar en el suelo – to strike the floor
  • de noche – by night
  • decidirse a levantarse – to decide to get up
  • en cambio – on the other hand
  • en efecto – in fact, as a matter of fact
  • en medio de – in the middle of
  • en primer lugar – in the first place
  • en su vida – never in his life
  • poco a poco – little by little
  • ponerse en pie – to stand up, get up
  • ponerse serio – to become serious
  • tener fama de rico – to be reputed to be rich
  • tratar de ganar – to try to gain, try to reach
  • seguir pensando – to keep on thinking

B. Translation of English become.
ponerse malo (ill), pálido (pale):

  • If you drink that, you will become ill.
  • On seeing the thief she became very pale.

hacerse medico, rico, soldado (a soldier)

  • My uncle has become a doctor.
  • Soon he will become rich.
  • The boy wants to become a soldier.

volverse loco (crazy):

  • He thinks you are becoming (going) crazy.

C. Translate.

  1. In the morning we found a chair on the ground under the window that faces the street.
  2. Doubtless the thief had entered through that window.
  3. On the other hand, he had gone out through that door on the left.
  4. Will you tell us what happened, Mr. Grant?
  5. Well, in the first place, I must tell you that the room was dark.
  6. I tried to place myself behind the man’s back.
  7. And as a matter of fact I succeeded in doing it without making any noise.
  8. I was about to hurl myself on him, when he became aware of my presence.
  9. Have you ever (jamás) found yourself in such a situation?
  10. No, sir, never in my life.
  11. The newspaper says that the thief hurt himself when he struck the floor.
  12. That is what he was trying to make me believe.
  13. But suddenly he stood up.
  14. I demanded that he tell me why he had entered my house by night.
  15. Though I didn’t realize it, he was advancing little by little.
  16. An instant later he ran out through that door.
  17. I decided to follow him, but it was useless.
  18. Nevertheless, I kept on running as far as the square.
  19. Was there anyone in the square who had seen him?
  20. There were two men in the middle of the square, but they paid no attention to him.
Like this content? Why not share it?
Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on LinkedInBuffer this pagePin on PinterestShare on Redditshare on TumblrShare on StumbleUpon
There Are No Comments
Click to Add the First »