Noche Oscura en Lima – Chapter 26

Dos horas después el hambre les obligó a buscar donde comer. Cuando al cabo se hallaron sentados a una mesita, Carlota dijo tristemente:

–Me era fácil tener confianza al salir de Lima, mas ahora. . .

–El hambre es gran enemiga del espíritu –respondió Grant, sonriendo–. Cuando Vd. haya comido, el problema le parecerá muy diferente.

–Lo que no puedo resistir es esto de andar tan cerca de Pablo y no saber dónde está. . . este mal trato de la suerte. . . apenas puedo sufrirlo –dijo Carlota, con los ojos llenos de pasión.

Estaban comiendo en el jardín de la Quinta Bates.[1] La mesita a que estaban sentados se hallaba en el centro del jardín a la sombra de un árbol, y alrededor de ellos había mucha gente comiendo, bebiendo y riendo alegremente.

–¡Qué encanto! –exclamó Grant–. Creo que Arequipa me va a gustar mucho.

Arequipa se encuentra a una altura de 7,550 pies,[2] en el camino que va desde Mollendo junto al mar hasta las altas montañas de los Andes. El extranjero que visite esta ciudad por primera vez con la intención de pasar aquí uno o dos días suele quedarse dos semanas y sale al fin mal de su grado.

–Dígame, señor Grant –dijo Carlota al cabo de un rato– ¿por qué llevan consigo a Pablo esos hombres en vez de. . . en vez de matarle?

–Creo –respondió Grant– que buscan algo. Piensan que Pablo puede decirles dónde está escondido.

–Pero, ¿qué buscarán?

–Su padre le ha contado a Vd. lo del retrato que robaron a mi criado, ¿no?

–Sí, señor.

–Pues bien, tengo motivos por creer que O’Higgins pensaba encontrar un mapa de las provincias de Arequipa y Cuzco que Pablo u otra persona hubiera escondido detrás del retrato.

–¿Por qué lo piensa Vd.? –preguntó Carlota asombrada.

–Porque aquella misma noche, es decir, la noche en que desapareció Pablo, un ladrón entró en mi casa y me robó un mapa de Arequipa. Me robó también un mapa que yo había trazado en una hoja de papel. Hacía mucho tiempo que yo pensaba visitar esta parte del país y por eso había señalado con lápiz en el mapa el viaje que iba a hacer. ¿Por qué me lo robó el ladrón?

–Tal vez por creer que Pablo sabía algo de esa línea en el mapa y. . .

–Y han llevado consigo a Pablo para asegurarse de que no los engañase.

–¿De qué punto parte la linea en el mapa? –preguntó Carlota.

–Del Cuzco.

–¡Del Cuzco. Se necesitan veinticuatro horas para ir de aquí al Cuzco! –exclamó Carlota–. Si han ido allá, se nos han adelantado un día entero. Debemos. . .

–Si han ido allá, sí –repitió Grant–, pero no lo sabemos, y hay que estar seguros antes de dejar a Arequipa.

–Claro.

Pasaron la tarde recorriendo la ciudad, haciendo preguntas en todas partes, sin sacar nada en limpio. Nadie había visto a los tres hombres.
El sol se había puesto y cerraba la noche. Ya no hacía calor sino frio. Las noches en Arequipa son frías en extremo, y Carlota daba diente con diente cuando al fin entraron en un hotel al final de la calle de Mercaderes. Allí tuvieron la suerte de tropezar con un mozo que había visto a O’Higgins, al desgraciado doctor González, y al otro.

–Estuve en la estación cuando subieron al tren. El tren sube por allá, señor –dijo el mozo, señalando con el dedo las altas montañas por encima de las cuales se veía el cielo oscuro e infinito número de estrellas.

Al volver la cara y mirar a Carlota, Grant vió que la bella muchacha tenía los ojos llenos de lágrimas.

–¡Animate, Carlota! –exclamó. Y quedó sorprendido y un poco confuso al darse cuenta de que se había dirigido a ella de aquel modo–. Ese O’Higgins es capaz de hacer cualquier cosa. Me admira su arte –continuó rápidamente– pero dará un paso en falso tarde o temprano. Piensa que nos ha engañado saliendo de Lima en un aeroplano. Mientras tenga esa ilusión, tendremos esperanza de cogerle.

–Lo malo es que no podemos seguirle. No hay tren hasta mañana por la mañana.

–Pierda Vd. cuidado, señorita. Vamos a coger ese tren. . . y a ese tío O’Higgins también –prometió Grant.


[1] The Quinta Bates is one of the most famous inns in South America. Mrs. Bates, who manages it, is a native of New Hampshire and has lived most of her life in Peru. Her hospitality is known to all North American travelers.

[2] Denver, the highest sizable city in the United States, is exactly a mile above sea level. Arequipa is thus nearly a half-mile higher than Denver. Yet Arequipa is spoken of in Peru as merely a “landing” on the ascent from the sea to the cities in the mountains.


Exercises

A. Memorize.

  • al cabo de un rato – after a while
  • aquella misma noche – that very night
  • cierra la noche – it is growing dark
  • con lápiz – with a pencil
  • dar diente con diente – to shiver with
  • en todas partes – everywhere
  • en vez de – instead of
  • esto de andar – this business of being
  • mal de su grado – unwillingly, against her will
  • mañana por la mañana – tomorrow morning
  • me admira su arte – I wonder at his cunning
  • se me adelanta un día – he is one day ahead of me
  • sube por allá – goes up that way
  • tarde o temprano – sooner or later

B. Prepare to give orally a résumé of chapter 14.

C. Answer in Spanish.

  1. Según lo que dice Grant, ¿qué es el hambre?
  2. ¿Qué no podía resistir Carlota?
  3. ¿Dónde se hallaban Grant y Carlota?
  4. ¿Qué pasaba en el jardín de la Quinta Bates?
  5. ¿Dónde está situada la ciudad de Arequipa?
  6. ¿Qué suele hacer el extranjero que la visite por primera vez?
  7. ¿Qué pasó en casa de Grant la noche en que desapareció Pablo?
  8. ¿Cuánto tiempo se necesita para ir de Arequipa al Cuzco?
  9. ¿Cómo pasaron la tarde los dos?
  10. ¿Cómo son las noches en Arequipa?
  11. ¿Qué les dijo el mozo del hotel?
  12. ¿Según Grant, ¿qué hará O’Higgins tarde o ternprano?

D. Use each of the expressions of A in an original sentence, and translate into English.

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