Cuando Grant entró de nuevo en su casa quedó asombrado al ver, sentado a su mesa, a un amigo suyo llamado Juan Salinas. Estaba escribiendo, y sin levantar la cabeza preguntó:
–¿Dónde diablos has estado tú? Te estoy esperando aquí desde las nueve. Supongo que te paseabas por las calles gozando del sol de la mañana.
–Al contrario, –contestó Grant– apenas me he fijado en el sol de la mañana.
–Entonces, ¿por qué has salido tan temprano?
–Déjame decirte lo que ha sucedido, Juanito. Te acuerdas del doctor Pablo González?
–Ya lo creo. Y me acuerdo también de su novia. ¡Ah! ya empiezo a comprender. Has ido a visitar a la bella Carlota. Eso lo explica todo. . . ¡y el buen médico está lejos, muy lejos! Confieso que estoy asombrado.
–Pero el buen médico no está lejos –contestó Grant–. Está aquí en Lima. Al menos estuvo aquí anoche, y su presencia dió como resultado la muerte de mi criado Manuel.
–¿Te has vuelto loco? –preguntó Salinas.
–Cállate y presta atención a lo que voy a decirte.
Grant le contó la historia del desgraciado Manuel y del cuadro, con todas las circunstancias de su visita al café. Le contó también lo que había dicho el señor Torres respecto del hombre de pelo rojo.
Salinas escuchó con cuidado. Era de la misma edad que Grant, poco más o menos. Es decir, tenía unos veintinueve años. Era un joven vivo y alegre. Se reía de todo. Pero en ocasiones, cuando amenazaba algún peligro, solía mostrarse muy valiente.
Cuando Grant terminó de hablar, su amigo se levantó de la silla y dij
–Pues bien, tenemos que buscar a esos hombres. Vámonos.
–Bueno. Estoy dispuesto a seguirte. ¿Adónde vamos?
Salinas abrió la boca. . . y la mantuvo abierta. Volvió a sentarse, diciendo lentamente:
–Sí, ¿adónde? La cuestión es ésa, precisamente. Y no me parece sencilla.
–Tengo una idea –anunció Grant.
–iPues entonces, vamos a encontrarlos pronto seguramente! –exclamó sonriendo Salinas–. Nos hacía falta una idea. Ahora la tenemos. ¡Excelente, amigo mío!
–No te rías de mí, Juanito. Hablo en serio. Escúchame.
Rápidamente Grant comunicó a su amigo lo que pensaba hacer.
–Y tú vas a ayudarme, ¿no es verdad?
–Pues. . . tengo dos manos capaces de matar, con arma o sin ella, a cualquier tío de la especie que tú me has descrito. Pero te advierto que también tengo un par de pies capaces de reconocer el peligro, y que corren mucho cuando los mando huir.
–Bien. No debemos perder el tiempo.
–Conforme. Aquí me tienes, dispuesto para todo –dijo Salinas, poniéndose en pie–. Si te entiendo bien, lo primero que hemos de hacer es juntar todos los chicos de Lima. Grant se echó a reír.
–Todos, no. Con veinte quedo satisfecho.
–A mí me parece una idea loca –declaró Salinas– pero vamos a probarla. Si tenemos buena suerte, habremos dado un paso adelante.
Exercises
A. Memorize.
- correr mucho – to run fast
- dar como resultado – to result in
- dar un paso – to take a step
- hablar en serio – to speak seriously
- nos hace falta – we need
- perder tiempo – to waste time
- prestar atención – to pay attention
- reirse de – to laugh at
- respecto de – with respect to
- terminar de hablar – to finish speaking
B. para for (meaning destination or purpose); by (limit of time); to, in order to (before an infinitive).
por for (meaning because of, on account of, for the sake of, in exchange for, during; after such verbs as ir, volver, mandar, preguntar, indicating the object or motive of the action); by (expressing agency, means, or manner); through, along, around.
Translate.
- The doctor sent for the box.
- They will leave for the United States next week.
- We were walking along the street.
- Are you sure the letter was written by González?
- He said I would receive it by Monday.
- The car cannot pass through this street.
- We have to pay attention in order to comprehend what he is saying.
- He is not asking for you, but for Salinas.
- I would not give you a sol for that hat.
- These letters are for Alfred.
- For two reasons, I don’t think the doctor is far away.
- I drew the map for a friend of mine.
- Grant kept on reading for a long time.
- They gave him nothing for his work.
- I swear by (on) my honor that I do not know where the portrait is.
- If you haven’t lost it, it is probably around here.
- I told him that I had the papers, but he hasn’t come for them yet.
- I solved the problem by following the red line.
C. Use each of the idioms of A in a complete Spanish sentence, and translate into English.
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