Noche Oscura en Lima – Chapter 2

Cruzó la calle y entró en el café. No halló ningún amigo. Fuera del dueño, no había nadie. Manuel se propuso volver a la calle, pero aumentaba el ruido del viento y a la vez crecía el miedo del mozo. La pesada puerta del café temblaba violentamente y temblaban también de vez en cuando algunos vasos que se hallaban sobre una mesa al fondo del pequeño cuarto. El aroma del vino, aroma delicado y dulce, llenaba el aire.

Manuel se sentó a una mesita, poniendo la caja con mucho cuidado en el suelo junto a sus pies. Pidió un vaso de vino. El dueño estaba limpiando unos vasos y tardó un poco en servírselo. Al fin puso el vino en la mesa delante del muchacho, y éste empezó a beberlo lentamente. A Manuel le gustaba el vino, le gustaba demasiado. Después de terminar el segundo vaso, comenzó a extenderse por la ancha cara del mozo una expresión de gran contento. Cerró los ojos para contemplar una vida sin trabajo, llena de placeres.

Estaba a punto de pedir el tercer vaso de vino cuando entraron en el café dos extranjeros.

–Buenas noches, caballeros. ¿Me harán Vds. el honor de tomar algo conmigo? –dijo Manuel, saludándolos amablemente. Pero los caballeros no le hicieron caso, y el mozo se sintió gravemente ofendido.

Uno de los extranjeros era alto. Tenía la nariz larga, la boca estrecha, y los ojos pequeños y vivos. Tenía las manos largas y suaves y movía rápidamente los dedos mientras hablaba. Manuel no entendía nada de lo que decía el hombre, porque no hablaba español sino una lengua extranjera.

“Estará hablando inglés,” se dijo Manuel, al reconocer tres o cuatro palabras que solía usar el señor Grant en su conversación con otro norteAmérica no amigo suyo.

El segundo extranjero era un hombre muy bajo, tan bajo como Manuel. Tenía la cabeza redonda, el pelo corto y rojo, la nariz roja también y muy grande. Después de escuchar con atención un rato a su compañero, le interrumpió, pronunciando dos breves palabras.

Los dos le echaron una mirada al mozo y luego volvieron a hablarse en voz baja.

Manuel se levantó, pagó el vino, y cogiendo la caja se dispuso a salir. Antes de marcharse, saludó otra vez a los dos extranjeros inclinando ligeramente la cabeza. Éstos no le hicieron caso alguno.

Otra vez en la calle Manuel se sintió mucho mejor, casi alegre. El viento le parecía menos fuerte y la noche menos oscura. Pensaba en los tres soles que seguramente le daría el doctor González por traerle la caja. Empezó a cantar unos versos alegres, confundiendo su voz con el ruido del viento. Acaso fué por eso que no oyó los pasos que se le acercaban.

Por fin Manuel se dió cuenta de que los dos extranjeros le seguían, pero ya era tarde. Al volverse, el grande le dió con una piedra y el muchacho cayó al suelo. La caja quedó hecha pedazos.
noche oscura en lima image


Exercises

A. Memorize

  • a la vez – at the same time
  • al fin – finally
  • al fondo – at the rear
  • buenas noches – good evening (night)
  • con cuidado – carefully
  • darse cuenta de – to realize
  • de vez en cuando – from time to time
  • disponerse (a) – to prepare, get ready
  • entrar en el café – to enter the café
  • estar a punto de – to be about to
  • no hacer caso a (de) – to pay no attention to
  • otra vez – again
  • pensar en – to think of
  • por fin – at last
  • volver a hablar – to speak again

B. Review all tenses
IRREGULAR
caer
oir
poner
traer

RADICAL-CHANGING
sentar (ie)
extender (ie)
encontrar (ue)
mover (ue)
repetir (i)

Under each of the above radical-changing verbs list all those of the same type found in chapters 1 and 2.

C. Translate.

  1. Emmanuel was preparing to leave, when two strangers entered the café.
  2. He greeted them amiably, saying: "Good evening, gentlemen."
  3. They paid no attention to Emmanuel.
  4. They sat down at the rear of the café and began to talk.
  5. They were not speaking Spanish, but a foreign tongue.
  6. Emmanuel listened carefully, but he didn’t understand more than four words.
  7. One of the strangers had very small eyes.
  8. He opened and closed them rapidly while he talked, moving his long fingers at the same time.
  9. From time to time the short man ordered wine.
  10. The proprietor didn’t realize that the man had already drunk too much.
  11. Finally, the stranger said: "I don’t like this wine."
  12. Then he hurled the glass into the air.
  13. The glass fell to the floor and smashed.
  14. The proprietor didn’t say anything, but he felt gravely offended.
  15. Emmanuel was about to leave, but on hearing the noise he sat down again.
  16. At last he picked up the box, paid for the wine, and went out into the street.
  17. He was thinking about what he had seen in the café.
  18. "Who can those men be?" he thought.
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